lunes, abril 17, 2006

Ventas minoristas en provincias

Conecta realizó en marzo un estudio entre amas de casa de Lima, Trujillo y Arequipa para tener un primer acercamiento a sus hábitos de compra y hacer una evaluación de su satisfacción respecto a los tres canales con los que suelen interactuar: bodegas, mercados y supermercados.

Lo que se puede apreciar es que los patrones de comportamiento en los canales de compra son semejantes si se compara Lima con Trujillo. En Arequipa hay una serie de particularidades que vale la peña señalar. En términos generales, si bien en las tres ciudades la compra por impulso es mayor en mercados y supermercados que en las bodegas, el ama de casa de Arequipa tiende a planificar más sus compras. Además, casi la mitad combina sus actividades en el hogar con algún trabajo remunerado. Solo una cuarta parte va al supermercado al menos una vez al mes (versus la mitad en Trujillo y dos tercios en Lima). Lo cierto es que esta oferta es menor y está más concentrada en zonas de nivel medio y medio alto.

La compra se concentra principalmente en bodegas y mercados. Las bodegas emporio en Arequipa suelen ser una suerte de minimercados, donde hay productos envasados y perecibles (frutas, verduras, carne, pan, etc.), por lo que son ideales para la compra diaria, una compra mucho más frecuente y por montos mayores que en Lima o Trujillo. El complemento son los mercados a los que, en la Ciudad Blanca, se suele ir una vez por semana. Mientras que en Lima los segmentos C, D y E suelen ir a diario al mercado y tienen a la bodega para los complementos, en Arequipa los mercados son los lugares donde el hogar se abastece para toda la semana (yendo en su mayoría una vez por semana) y la compra en las bodegas puede ser un complemento o el lugar de compra diaria.

Las ferias en la ciudad sureña se realizan los fines de semana y concentran gran cantidad de público. Ferias como La Marina, la del Altiplano y la de Avelino Cáceres son las más visitadas e incluso en algunas se dispone de carritos de compras iguales a los de cualquier supermercado limeño. La penetración de los supermercados es cada vez mayor en Lima y se espera algún tipo de crecimiento en ciudades del interior, pero es cierto que cada una de estas decisiones debe tomar en cuenta una serie de hábitos y tradiciones locales que aseguren el éxito de las estrategias que se diseñen.