domingo, abril 02, 2006

FACTORES DE PRECIO Y CALIDAD DE UN VINO (3)

Diario El Comercio Domingo
03 Abril-2006
Suplemento: Domingo

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Prendiendo sobre los factores por los cuales un vino puede costar unos pocos dólares por botella o varios miles, el mes pasado revisamos cómo el rendimiento del campo influye en la calidad y el costo de la copa que disfrutamos. Este mes tocaremos dos factores adicionales: el uso de las barricas y el tiempo de crianza.

El reposo o crianza en barricas es uno de los factores que más calidad puede aportar a un vino. Esto porque el contacto con el roble provoca una evolución en el vino, modificando color, aroma y sabor, al mismo tiempo que la madera aporta sus propios sabores complejos y olores, así como taninos que darán mayor cuerpo al vino, y una capacidad de envejecer y mejorar con el tiempo.

En ese sentido, un vino criado en barrica gana en complejidad de sabores y aromas, mejora en cuerpo y textura, al tiempo que domestica los taninos ásperos y desarrolla mayor suavidad y elegancia.

Por su uso las barricas se clasifican en "nuevas", si son utilizadas por primera vez, y "usadas" si ya han sido empleadas para criar vino con anterioridad. Como resulta lógico, y al igual que una bolsista de té filtrante, las barricas de primer uso (o las menos usadas) son aquellas que tienen más "sabor" para transmitir al vino y son empleadas para los mejores vinos. En cambio, las barricas usadas se van utilizando progresivamente para los vinos más económicos y son descartadas al cuarto o quinto uso, según la tendencia actual.

DE MAYOR TOSTADO

Hay factores adicionales a las barricas que determinan la calidad de vino: el origen de éstas y el grado de tostado que tienen. Las barricas de mayor tostado le prestan mayores notas ahumadas al vino y su origen determina qué sabores tienen y qué tan marcados pueden ser. Los orígenes típicos de las barricas de roble son Estados Unidos y Francia, donde los expertos consideran se fabrica la mejor barrica.

Después de explicar esto, regresemos al tema de cómo influye todo esto en los precios que pagamos por nuestro vino. Veamos: una barrica norteamericana tiene un costo aproximado entre 350 y 400 dólares y una francesa puede costar entre 700 y 800 dólares e incluso más.

Si la capacidad de las barricas es de 225 litros, entonces al madurar en una buena barrica nueva, el costo por litro del vino se incrementa en aproximadamente 3,55 dólares, lo que significa 2,65 dólares por botella. Si a eso le sumamos los impuestos locales de importación que bordean el 70 por ciento, el margen usual del importador que suele ser de otro 70 por ciento y del minorista que bordea el 35 por ciento, tenemos que para nosotros, los consumidores de vino, ese uso de barrica fina se traduce, sin tomar en cuenta ningún otro factor, en un incremento de precio del orden de los 10 a 11 dólares por botella.

Luego el factor de precio y de calidad también está muy ligado al tiempo que el vino madura en la barrica y al tiempo posterior a ella, en que reposa hasta alcanzar un equilibrio adecuado.

Estos plazos pueden variar mucho e ir desde 4 meses a 5 años o más, como es, por ejemplo, el caso de los Grandes Reservas de Rioja. Naturalmente, el costo financiero para una bodega de producir vinos y tenerlos madurando 5 años, antes de poder ponerlos a la venta, es elevado y eso se refleja en el precio del vino. ¿Cuánto exactamente? Es algo difícil de calcular y depende de cada bodega y de su expectativa de retorno. Pero hágase usted la pregunta: si compra algo a 100 soles para venderlo dentro de 5 años, ¿en cuánto cree que debería venderlo para que la inversión valga la pena?

Henry Fairlie


prendiendo sobre los factores por los cuales un vino puede costar unos pocos dólares por botella o varios miles, el mes pasado revisamos cómo el rendimiento del campo influye en la calidad y el costo de la copa que disfrutamos. Este mes tocaremos dos factores adicionales: el uso de las barricas y el tiempo de crianza.

El reposo o crianza en barricas es uno de los factores que más calidad puede aportar a un vino. Esto porque el contacto con el roble provoca una evolución en el vino, modificando color, aroma y sabor, al mismo tiempo que la madera aporta sus propios sabores complejos y olores, así como taninos que darán mayor cuerpo al vino, y una capacidad de envejecer y mejorar con el tiempo.

En ese sentido, un vino criado en barrica gana en complejidad de sabores y aromas, mejora en cuerpo y textura, al tiempo que domestica los taninos ásperos y desarrolla mayor suavidad y elegancia.

Por su uso las barricas se clasifican en "nuevas", si son utilizadas por primera vez, y "usadas" si ya han sido empleadas para criar vino con anterioridad. Como resulta lógico, y al igual que una bolsista de té filtrante, las barricas de primer uso (o las menos usadas) son aquellas que tienen más "sabor" para transmitir al vino y son empleadas para los mejores vinos. En cambio, las barricas usadas se van utilizando progresivamente para los vinos más económicos y son descartadas al cuarto o quinto uso, según la tendencia actual.

DE MAYOR TOSTADO

Hay factores adicionales a las barricas que determinan la calidad de vino: el origen de éstas y el grado de tostado que tienen. Las barricas de mayor tostado le prestan mayores notas ahumadas al vino y su origen determina qué sabores tienen y qué tan marcados pueden ser. Los orígenes típicos de las barricas de roble son Estados Unidos y Francia, donde los expertos consideran se fabrica la mejor barrica.

Después de explicar esto, regresemos al tema de cómo influye todo esto en los precios que pagamos por nuestro vino. Veamos: una barrica norteamericana tiene un costo aproximado entre 350 y 400 dólares y una francesa puede costar entre 700 y 800 dólares e incluso más.

Si la capacidad de las barricas es de 225 litros, entonces al madurar en una buena barrica nueva, el costo por litro del vino se incrementa en aproximadamente 3,55 dólares, lo que significa 2,65 dólares por botella. Si a eso le sumamos los impuestos locales de importación que bordean el 70 por ciento, el margen usual del importador que suele ser de otro 70 por ciento y del minorista que bordea el 35 por ciento, tenemos que para nosotros, los consumidores de vino, ese uso de barrica fina se traduce, sin tomar en cuenta ningún otro factor, en un incremento de precio del orden de los 10 a 11 dólares por botella.

Luego el factor de precio y de calidad también está muy ligado al tiempo que el vino madura en la barrica y al tiempo posterior a ella, en que reposa hasta alcanzar un equilibrio adecuado.

Estos plazos pueden variar mucho e ir desde 4 meses a 5 años o más, como es, por ejemplo, el caso de los Grandes Reservas de Rioja. Naturalmente, el costo financiero para una bodega de producir vinos y tenerlos madurando 5 años, antes de poder ponerlos a la venta, es elevado y eso se refleja en el precio del vino. ¿Cuánto exactamente? Es algo difícil de calcular y depende de cada bodega y de su expectativa de retorno. Pero hágase usted la pregunta: si compra algo a 100 soles para venderlo dentro de 5 años, ¿en cuánto cree que debería venderlo para que la inversión valga la pena?

Henry Fairlie

Fuente: Diario El Comercio
Domingo 03 Abril-2006
Suplemento: Domingo